Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada ocho personas en todo el mundo vive con un trastorno mental. Hasta hace un tiempo, la salud mental era la gran olvidada, no obstante, poco a poco se ha ido valorando la importancia que tiene y la atención que requiere. No podemos obviar, que la salud mental y la física van de la mano, por ello es importante mantener un equilibrio entre ambas para estar y sentirse 100% saludable.

Un reciente estudio realizado sobre este tema avala la importancia de la actividad física en nuestro bienestar psicológico. De hecho, los datos indican que la actividad física es 1,5 veces más efectiva que el asesoramiento o los principales medicamentos para controlar la depresión, ansiedad, etc…

A pesar de la evidencia científica, los tratamientos relacionados con trastornos psicológicos no consideran como primera opción la realización de ejercicio. Este mismo estudio también destaca que  todas las actividades físicas son beneficiosas para la salud mental, especialmente las de ejercicio aeróbico como caminar, el entrenamiento de resistencia, el pilates o el yoga.

Otros de los ejercicios que se encuentran en el top de la lista para cuidar nuestra salud mental son: boxeo, natación y entrenamiento con pesas. Todos ellos ayudan a nuestro cerebro a desconectar de las sensaciones negativas, aumentan la autoestima, mejoran la calidad del sueño y, como consecuencia, provocan una reducción significativa del estrés y la ansiedad en nuestro día a día. 

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